Se cerró el Diplomado en Gestión del Talento Humano de la Universidad de Piura, una actividad de posgrado que ha revolucionado la concepción del valor del potencial humano dentro de una organización. En las clases nos ha quedado claro que lejos de la idea retrógrada de considerar al empleado o colaborador como una pieza más […]
Por Dirección de Comunicación. 08 agosto, 2014.Se cerró el Diplomado en Gestión del Talento Humano de la Universidad de Piura, una actividad de posgrado que ha revolucionado la concepción del valor del potencial humano dentro de una organización. En las clases nos ha quedado claro que lejos de la idea retrógrada de considerar al empleado o colaborador como una pieza más de la producción de una empresa, se resalta su valor e importancia como “ser humano”.
Hoy los colaboradores no sólo buscan ganar más, sus objetivos no sólo están plasmados en términos de retribución y beneficios; por el contrario, el empleado de hoy busca, además, un empleo con un clima laboral agradable, que le permita no sólo su crecimiento y desarrollo profesional sino crecer como persona. Un empleo en el que se sienta a gusto, en el que encuentra reconocimiento de sus logros, en el que percibe el apoyo de sus jefes y sienta que se preocupan por él.
Saber descubrir los talentos que tenemos en nuestra organización y potenciar sus capacidades no es tanto una tarea del departamento de personal sino de los directivos, en tanto que líderes de la organización. El verdadero líder es aquel capaz de inspirar a otra persona y ayudarle a sacar lo mejor de su potencial, buscando que éstas sean capaces de generar valor para la empresa.
La mejor selección de personal es la que tiene como base una planificación previa, en el que todos los demás procesos involucrados (reclutamiento, inducción y contratación) están íntimamente relacionados. Debe existir un claro perfil de puestos, que contemple no sólo las funciones a realizar sino las habilidades y competencias requeridas para dicho puesto.
Lo que hace más competitiva a una organización es la riqueza y dinámica de su capital humano. Al dirigir el talento humano debemos contemplar que los colaboradores pueden crear su propio futuro de la mano de sus directivos; en la medida que éstos los motiven habrá mayor productividad y rentabilidad para la empresa. Hay que tomar conciencia que nuestros colaboradores son parte de una familia, que no son entes aislados ni mucho menos objetos que funcionan con tan sólo presionarles un botón. Esto marca la diferencia competitiva en las organizaciones de hoy.
Artículo escrito por Minnie Palomino, egresada del diplomado en Gestión del Talento Humano.
